La ceremonia nacio como un deseo de conectarse a los Apus para solicitar paz, amor y salud al planeta. Escogimos el Cerro San Cristóbal, cerro que domina la ciudad de Lima, capital del Perú, Apu tutelar.
Luego vimos que podíamos aprovechar en darle fuerza a la ceremonia Incaica con la ayuda del Mantra Om Tryambakam, muy apropiado para estos fines (fuegos de Agnihotra).
No quisimos desaprovechar la visita a Perú de Drupon (Tibetan Meditation Center), nos obsequio unas oraciones en tibetano y acompañamos con cueros para concretar en una desconexion total....acercándonos a los seres superiores y cumplir nuestro cometido....
Gracias a cada uno de los integrantes....gracias Apu por recibirnos....gracias seres magnificentes.....¡¡¡¡¡¡¡
¿ QUE SON LOS APUS ?
APU es una palabra quechua (Idioma de los incas) que tiene dos conceptos en una sola palabra:
- Primero, significa MONTAÑA. Los Incas consideraban a las montañas como sus dioses.
- Segundo, significa DIOS. El APU era el dios protector de cada pueblo en el imperio de los Incas.
Apu es Señor, alto dignatario o un dios tutelar.
En la época inca y en la cultura quechua (entre otras más) se consideran a determinadas montañas y nevados como lugares en donde reside el Apu (dios tutelar) de un determinado lugar, siendo entonces esta montaña sagrada.
Los Apus de las montañas son espíritus superiores considerados protectores de los hombres y pueblos.
Los Apus no hablan a los humanos, son los humanos, por medio de las invocaciones, los pagos, los rituales y las oraciones, los que hablan a los Apus pidiéndoles protección.
Los Apus suelen ser locales. En los pueblos del Ande, el Apu recibe las oraciones sagradas y las ofrendas de los habitantes de los lugares que protege, para dar a cambio abundancia de ganado y mediación con Dioses mayores.
El rito es el medio de comunicación de los Apus, a través de él su silencio habla. Su rol tanto como el de los humanos y los Dioses mayores, es asegurar la abundancia y equilibrio cósmico.
De hecho, hablar de los Apus como representativos de la religión andina es forzar su significado dentro de un sistema religioso mucho más amplio. Si bien su presencia alternativa al monoteísmo es saludable y abre el camino para pensar lo religioso más allá de las celdas del dios único, los Apus son sólo una parte del complejo sistema multiético de los andes. Lo había dicho el mismo Tayta Ciprián, los Apus son como dioses menores. Se hacen cargo principalmente del ganado y residen en los cerros y en algunas lagunas y lugares especiales: su sacralidad es mayormente geográfica. En algunas partes como en el Ausangate, que es un Apu regional, las almas pasan por ellos camino al infierno o a Hanaq Pacha. José María Arguedas, al mostrarnos que el Yawar Fiesta es un evento sagrado, sugiere que los cóndores son Apus que representan a los Wamanis, que es el nombre que tendrían los cerros sagrados alrededor de Ayacucho. Los Apus son lugares privilegiados de la Pachamama y desempeñan un rol mediador entre los hombres y Hanaq Pacha, pero no son los únicos lugares sagrados. Hay en los Andes ciertos sitios marcados por el asombro y acaso por el temor, que también son sacros: ciénagas maléficas, rocas poderosas, lagunas encantadas, cuevas de gentiles. A ellos se les puede sumar las saywas, que son más bien marcadores liminales del tránsito de un valle a otro.
Cerro San Cristobal, Lima - Peru |
HISTORIA SOBRE LOS APUS
Los cerros, antes y durante el Incanato eran considerados lugares sagrados. Los más poderosos eran por lo general los cerros más altos de la región, siendo creencia de que, virtualmente todos los cerros y colinas tenían sus propios dioses, residentes en ellos, y que eran reverenciados por su dominio sobre la producción económica y de manera especial sobre la fertilidad de los campos y del ganado. Identificábase a los cerros con las nubes, heladas, granizadas, lluvias para la captación y regulación del agua que sabían que provenía de un común original: el océano, fuente de energía cósmica. El más poderoso Apu de Nasca es el Cerro Blanco, inmenso médano de arena considerado el mayor que se conoce en el mundo. Profundamente reverenciado, los nasqueños no dejan de hacerle pago si deben pasar por sus cercanías, y siempre muy temido, como el Cerro Saraja de Ica, tiene fama de “come hombres”, son pocos los que se atreven a pernoctar en sus faldas y menos en sus alturas. Pero es Apu, por lo tanto, también protector. Hasta épocas recientes se mantenía en Nasca la costumbre de enviar proprios a la Playa para traer agua del mar cuando la sequía se acentuaba por varios años, a fin de llevarla a vaciar en Cerro Blanco, o aun hasta los cerros más elevados de la serranías para ayudar a precipitar las lluvias. Estos encargados, provistos de "potos" (calabazas o zapallos secos), para depositar el agua, generalmente sabían - y mantenían con fe - las oraciones invocatorias al cerro, y en su recorrido conduciendo el agua del mar, procuraban siempre seguir una ruta derecha. En la actualidad, todavía se mantiene la costumbre de "rezar al cerro" cuando se emprenden trabajos de minería. El minero autóctono, el verdadero buscador y explotador de vetas o yacimientos mineros, jamás deja de rezar al cerro y lo hace con fe y devoción de acuerdo a rituales poco conocidos. Y cuando son dos o más los socios, le piden al cerro que prime la pureza de intenciones y equidad entre ellos. Cuando entre los interesados no hay quien sepa de estos menesteres hacen viaje expreso a otros lugares, generalmente a las serranías para conseguir uno o dos rezadores que provistos de hojas de coca, cigarrillos, cañazo y escondidos amuletos hacen, en la soledad de la noche sus rezos e invocaciones para que el cerro permita su exploración y explotación.
Cerro Pan de Azucar, Pachacamac - Lima, Peru |
FOTOS DE LA CEREMONIA
Chaska Lu El Grupo |
¡Orales! No sabia eso y quisiera saber mas, pues quede con curiosidad de esta cultura.
ResponderEliminarCuando gustes hermano de centroamerica ¡¡¡¡¡
EliminarEs una realidad, existen desde que América estaba antes sumergida bajo el mar.
Eliminarthat beautiful culture.
ResponderEliminarSaludos desde Riobamba Ecuador quisiera poder conocer un poco más sobre este tema
ResponderEliminarTodos los cerros son apus, en Ecuador también los hay. Cuidado que para llamarlos es necesario un pongo o chamán y la mayoría de apus son renegones y si llamas a uno que es salvaje...pobre de tí ( a menos que lo recibas con regalos, hojas de coca en abundancia, flores frescas, cigarros, vinos o pisco verdadero, dulces, galletas, etc) pero con un pongo autorizado. El apu sabe todo nuestros pasos, virtudes y pecados, si alguien es secuestrado, él sabe donde lo tienen escondido. El apu está en armonía con la naturaleza, ríos, cerros, lagunas, neblinas, lluvias truenos, todo y si hace falta lluvia para un sembrado en la Sierra, él lo provoca o lo aleja según necesidades. Si quieren construir una carretera o cueva en su falda deben pedirselo y pagar con ganados y ofrendas de lo contrario se cobra con humanos (es por eso de derrumbes con posterior muerte de obreros). Escuché que a los ingenieros en sueños un anciano les pide ovejas dependiendo de la envergadura de obra y si éste ingeniero calla por desconocimiento. Es un mundo especial y real.
Eliminardonde encuentro a Chaska lu y me agradaría estar en uno de sus rituales
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encataria poder participar y conocer como agradecer de la forma correcta a los Apus, quedo atento para una próxima visita (=
ResponderEliminarme podrian dar las fuentes de la información porfavor
ResponderEliminarPuichas, las ligerezas que se cometen cuando se ven a los "APUS" con ojos occidentales. Los campesinos de Cajatambo lo ven como "Protector"; que lejos de la concepcion de "dios" que es una vision occidental. Y claro que tienen poder y vision de futuro.
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